Hipnotizar a una persona

En primer lugar, podemos querer hipnotizar a una persona por diversas razones. Debemos entender como funciona la mente humana para saber cómo será el tipo de hipnosis que llevaremos a cabo.
Entre los motivos que podemos encontrar para hipnotizar a alguien destacamos:
  • Querer que nos cuente una verdad que en un estado consciente no haría. Por ejemplo, es el caso de posibles vivencias traumáticas del pasado, hechos u opiniones que por motivos personales o socio-culturales el sujeto quiere reprimir.
  • Querer introducirle sutílmente una idea, rutina o sentimiento en la mente (En este caso recomendaré que sea positiva y sin malos fines). Este es el caso, por ejemplo, de personas que quieren dejar de fumar.
  • Por último, querer eliminar dolores u otro tipo de molestias e incluso en operaciones a modo de anestesia.
Llegados a este punto, ya advierto que este último caso no lo tocaremos, ya que es peligroso por motivos evidentes. Es mejor que sean especialistas y médicos los que se encarguen de valorar la viabilidad y llevar a cabo esta práctica.
En el primer caso, querer averiguar verdades "ocultas", es importante conocer la importancia y, en cierta medida, la temática de lo que desconocemos. Así como una chica sí le diría a una amiga las locuras que hizo el fin de semana sin necesidad de recurrir a la hipnosis, es improbable que lo cuente a sus padres o a su novio, en el caso de que tenga algo que ocultarle, del mismo modo o con los mismos detalles. Tomaremos el caso de una persona que reprime una situación traumática del pasado como, por ejemplo, abusos sexuales.
La situación es esta:
  1. La persona no quiere revelar nada ni someterse a la hipnosis.
  2. La complicación es inducir al paciente en un estado de sugestión.
  3. Una vez llevada a la persona al estado 2º de hipnosis (recomiendo que lean la página anterior acerca de la hipnosis, así como los enlaces correspondientes) debemos saber qué preguntas y de qué forma entrar en la mente del sujeto para averiguar los hechos que ocurrieron.
Objetos necesarios:
  1. Algún objeto reflectante o de otro tipo, como una peonza de mesa que de alguna forma tenga esa capacidad de hechizarnos.
  2. También funcionan el humo de un cigarro cuando no hay aire, de forma adquiere la textura de la seda.
  3. Una vela o una hoguera también se pueden usar para tal fin.
  4. Es muy importante en cualquier caso, no levantar sospechas de forma que, para el caso que no ocupa, no usaremos ni un péndulo ni la espiral de hipnosis o al menos lo haremos con disimulo.
El ambiente correcto:
  1. El ambiente debe ser informal y relajado. No debe haber ruidos aunque tampoco un silencio sepulcral e incomodo.
  2. Además del objeto que hayamos seleccionado para embelesar a la vista, también potenciarán la hipnosis olores, sonidos y texturas agradables.
  3. Para el olor podemos usar una colonia que transmita calidez y que sea agradable, tanto por el olor en sí como por la cantidad. También es útil el olor del incienso.
  4. Podemos poner música ambiental, clásica o sonidos relajantes en un volumen no muy alto. Recomiendo que la música carezca de letra, que esté en otro idioma o sea poco importante como en la música coral. Un consejo más personal que yo haría es poner varias canciones de Enya. Debemos recordar que la música debe durar lo mismo que toda la sesión de hipnosis o, en caso de que acabe antes, que lo haga una vez hayamos conseguido sugestionar al sujeto y que no lo haga bruscamente.
  5. Para la textura, podemos jugar con una canica metálica de tamaño grande y dejarlo en la mesa a su alcance cuando nos hayamos cerciorado de que nos a visto jugar con ella. Un acto reflejo llevara al sujeto a cojerla y ponerse a juguetear.
Es importante recordar que el estado de relajación debe mantenerse siempre. También es importante que el sujeto no perciba que va a ser hipnotizado porque, de alguna forma, se le activan las alarmas y no conseguiremos nada.
Llegados a este punto, vamos a ver una sesión de hipnosis teniendo en cuenta todos los factores antes mencionados.
Comienza la conversación y debemos encauzarla hacia un discurso que previamente habremos memorizado. El discurso debe sonar claro, con voz segura y con naturalidad.  Recordemos que el sujeto tiene que estar relajado y es peferible que lo intentemos por la noche ya que estará más cansado.
"Parece que te estás durmiendo. Supongo que has trabajado mucho hoy y por eso te estás durmiendo. Además, con esta música cualquiera empieza a notar que se le cierran los ojos, afloja los músculos, se pone cómodo y se acaba durmiendo. Y cuanto más intentas quedarte despierta más te agotas y aún tardas menos en dormirte. Lo mejor es que te relajes y descanses un poco aunque te duermas (en este punto, puedes contarle una historia aburrida y que le interese poco y a los 2-3 minutos vuelves otra vez). En fin, no te cuento más porque te vas a dormir más aún. Ya casi tienes los ojos cerrados. Se te cierran los ojos, se te cierran, se te cierran (en el caso de que aún esté bastante despierta y activa habremos de repetir el proceso tantas veces como sea nacesario). Te duermes, estás dormida, estás dormida (en este punto, masajearle la frente con los dedos con suavidad ayudará aunque recordemos que debe quedar natural)". Continuamos insistiendo en su sueño y masajeando la frente aunque ahora le damos instrucciones más precisas. "Tus ojos están cerrados y te pesan los párpados. Tus brazos están totalmente relajados y también tus piernas. Estás completamente dormida. No vas a despertar porque notas que estás muy cansada. Aflojas la mandíbula también y se te abre la boca". Debemos comprobar que realiza estas instrucciones ya que no podremos pasar al siguiente nivel. Ahora comenzamos a realizarle preguntas y dejamos de masajearle la frente aunque podemos también podemos hacerlo con menos velocidad y más suavemente. "Ahora escuchas mis palabras aunque sigues profundamente dormida. Levantas la mano ligeramente y la pones sobre tu regazo. A continuación, cierras la boca aunque sigues estando profundamente dormida. Ahora te haré una pregunta y la responderás aunque estás profundamente dormida. ¿Cómo te llamas? (esperamos una respuesta) ¿Cuantos años tienes? (esperamos)" Llegados a este punto ya hemos realizado todas las comprobaciones pertinentes y podemos pedirle que nos cuente lo que nosostros queramos. Es muy importante recordar que debemos preservar su estado de relajación por lo que las preguntas deben ser simples y no debemos saturarla con muchas en muy poco tiempo. Tampoco ayudará que le cortemos mientras habla. Y a ser posible las preguntas deben tratar un mismo tema o tema parecido y no uno que no tenga nada que ver. Cuando hayamos averiguado todo lo que queramos diremos lo siguente "A continuación olvidarás toda la conversación y comenzaras a despertar muy lentamente. Te encontrarás un poco confusa pero achacaras esta confusión a tu estado de cansancio y de sueño. Te despiertas, te despiertas (ahora se muestra casi despierta y ligeramente confusa por lo que diremos lo siguiente). Despierta, despierta que te has quedado dormida".





5 comentarios:

  1. funciona? toda practicar demasiado?

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  2. Guau!, es increible!! Se lo he hecho a mi vecina y ma la ha mamado sin darse cuenta.

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  3. como hago para hipnotizar mientras la persona esta dormida???

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